Se trata de una raza antigua, aunque su primera documentación escrita data del año 1928.A Cataluña, entre el 1920 y en 1925, la Mancomunidad organizaba concursos avícolas donde se presentaban gallinas ampurdanesas de pata amarilla en dos variedades: Blanca y Rossa. Por esta época el profesor Rossell i Vilà crió y seleccionó la variedad Blanca a los gallineros de la Escuela Superior de Agricultura de Barcelona. En 1925, con la dictadura de Primo de Rivera, se disolvió la Mancomunidad y desaparecieron los grupos de gallinas que se habían formado. Fue después, hacia el 1933, cuando los servicios técnicos de ganadería de la primera Generalitat, bajo la dirección de Rossell, con el propósito de volver a recuperar la raza, recogieron ejemplares procedentes de diversas masías de Pals y otros pueblos de los alrededores y obtuvieron un núcleo de color blanco. Tras la muerte de Rossell i Vilà, la raza se crió en la Granja Avícola de Caldes de Montbui, pero desapareció a finales del año 1938 debido a la falta de alimentos que comportó la guerra. No obstante las gallinas ampurdanesas se fueron manteniendo por las casas de payés del Empordà. Como resultado de los diferentes trabajos la población inicial quedó estructurada en las cuatro variedades antes mencionadas, redactándose, así mismo, el actual patrón racial. El censo actual es de unos 700 a 1.000 ejemplares distribuidos por España, un 50% de los cuales se encuentran en Cataluña. También se cría en Francia y Alemania, donde ha surgido, en este último país, el club de criadores de razas de gallinas catalanas "Sonderverein der Züchter Katalanischer Hühnerrassen", que en 1998 incorporaba la raza Empordanesa. Los dos países lo han incluido en sus respectivos libros de patrones avícolas.